Un equipo de investigadores del Laboratorio de Automóviles de la Universidad Politécnica de Valencia, adscrito al Instituto de Diseño y Fabricación (IDF), ha desarrollado un estudio a lo largo de los últimos 3 años para mejorar la seguridad pasiva de los vehículos adaptados a conductores con discapacidad.
Fruto de este proyecto, los investigadores del IDF han definido y caracterizado los riesgos potenciales de daños que pueden causar las ayudas técnicas a la conducción instaladas, en caso de impacto frontal, lateral o posterior, sobre los ocupantes de un vehículo adaptado, por ejemplo pomos, telecomandos, aros concéntricos en volante o palancas de freno y/o acelerador.
A partir de ahí, han elaborado un Código de Buenas Prácticas aplicado al diseño y la instalación de las adaptaciones de mandos, con el objetivo de mejorar la seguridad pasiva de los vehículos y reducir el nivel de riesgo de los conductores discapacitados en caso de producirse un accidente.
Juan Dols, coordinador del estudio e investigador del Laboratorio de Automóviles, acompañado de Josep Tornero, director del Instituto IDF, presentaron el pasado, 22 de octubre, los resultados de este estudio y el Código de Buenas Prácticas. El evento tuvo lugar a las 11 horas, en el Salón de Actos del Cubo Amarillo de la Ciudad Politécnica de la Innovación, parque científico de la UPV.
En la presentación se mostraron diversos vídeos de las pruebas de simulación de impacto frontal de un vehículo adaptado a conductores discapacitados realizadas a lo largo del proyecto.