La indiscutible reputación de la Universitat Politècnica de València (UPV), avalada por rankings internacionales como el de Shanghái, tanto en temas de investigación como de compromiso en la transferencia de tecnología a las empresas han sido decisivas en la selección de la Comunidad Valenciana para albergar en Sagunto la gigafactoría de baterías de Volkswagen.

En el artículo de la Vanguardia que se cita al pie de esta noticia se hace referencia al Instituto de Diseño y Fabricación (IDF), y al SETRAV: Servicio técnico de reformas automóviles (SETRAV) dentro de la Asociación IDF de Inteligencia Artificial y Robótica (asociación empresarial ligada al Instituto IDF) por su contribución a la transferencia de tecnológica al mundo empresarial y en especial al sector del automóvil.

Los que conocen el IDF, saben de los proyectos con Ford Motor Company, en la Factoría de Almussafes, pero también en otras factorías europeas y sobre todo americanas. En particular, implantando sistemas de detección, clasificación y reparación de defectos con robots. Además de lo anterior, no podemos dejar de citar los proyectos con la Factoría Mercedes-Benz de Vitoria y con la Factoría Volkswagen de Pamplona por el prestigio que esos proyectos han dado al IDF tanto a nivel nacional como internacional.

Hay que indicar que la UPV tiene una gran capacidad de formar a técnicos e ingenieros en todos aquellos sistemas de producción industrial, avalado esto por disponer de buenos centros académicos. El reto de formar a más de 3.000 empleos directos es algo para lo que la UPV está preparada.

A los grados existentes en la UPV, como el de Ingeniería Mecánica con la intensificación en Diseño e Ingeniería de Vehículos, se cita al Máster Universitario en Diseño y Fabricación Integrada, creado e íntimamente ligado al IDF durante décadas.

Enlace a la noticia de referencia: Noticia de La Vanguardia